Lección 2 MATERIAL AUXILIAR PARA EL MAESTRO
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TEXTO CLAVE: ÉXODO 19:5
RESEÑA Originalmente Dios entabló una relación amorosa con los padres de la humanidad, Adán y Eva. Dios busca ahora restablecer esa relación amorosa con nosotros mediante un Nuevo Pacto: un pacto que representa una relación comprometida entre Dios y la humanidad centrada en el plan de salvación.
COMENTARIO
El verdadero significado de la gracia se manifiesta en el concepto del pacto. El término pacto, o la palabra hebrea berith, también enfatiza la propia iniciativa de Dios para salvar a la humanidad. Por ende, un pacto es un acuerdo constitucional divino, dado a los seres humanos, para que puedan servir solo a Yahvéh. Mediante el Pacto de gracia, Cristo se ofrece a tener una relación especial con la humanidad. Promete ser nuestro Dios del Pacto y nuestro Emancipador redentor (ver Mat. 1:21).
Conceptos básicos del Pacto
Las Escrituras describen tres significados distintivos de “gracia”. Gracia significa los actos amorosos de Dios hacia los pecadores que no los merecen; gracia señala al maravilloso carácter de Dios; y gracia sugiere que Dios nos da la fuerza para vencer. En el Nuevo Testamento, el equivalente del término hebreo gracia (chen) es el modismo griego diatheke, que se refiere a un testamento o a un regalo. Al igual que el pacto, el testamento (un documento legal) es un regalo gratuito para una persona o grupo que no tiene ningún derecho legal sobre él. Por lo tanto, un testamento también es un modelo apropiado de la gracia de Dios.
El pacto con Noé
El concepto de pacto aparece en Génesis 6:18: “Mas estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, tus hijos, tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo”. Aquí, desde el mismo comienzo podemos ver la idea de una relación de pacto entre la humanidad (en este caso, Noé) y Dios. “El que habla es Dios, y Noé es el receptor. [...]
“De modo que Dios, en cumplimiento de su propósito divino, hizo un pacto como expresión de su relación con Noé. [...]
“La relación de pacto divina y redentora que había estado en marcha desde la Caída (Gén. 3:15) se renueva cuando Dios toma la iniciativa” (G. F. Hasel y M. G. Hasel, The Promise: God’s Everlasting Covenant, pp. 18, 19). “Y Noé halló gracia a los ojos de Jehová” (J. P. Green [p], The Interlinear Hebrew/Greek English Bible, t. 1, p. 14; ver Gén. 6:8).
El pacto de Abram
Para Abram, la promesa de protección y recompensa estaba implícita en la dinámica de este pacto. “Dios extendió el proceso de su pacto con Abraham en varios períodos. En Génesis 12:1 al 3 encontramos cinco promesas de parte de Dios, que revelan la intensidad y la grandeza del compromiso de Dios con Abraham” (G. F. Hasel y M. G. Hasel, The Promise: God’s Everlasting Covenant, p. 19).
Cristo se presentó ante Abraham no como Dios, como una clase, estatus o nombre, sino como Yahvéh, su nombre personal. Se identificó como Yahvéh, “YO SOY”, un nombre que expresaba su misma esencia como un Dios con existencia propia, que tiene voluntad, que tiene un propósito. Yahvéh es el nombre del pacto del soberano Jehová, el nombre que asume cuando se revela de la manera más personal. Aquí también vemos que el pacto es de gracia: “El pacto abrahámico es el pacto de la gracia” (“Comentarios de Elena G. de White”, CBA 1:1.106).
El pacto con Moisés
“Y Dios habló a Moisés y le dijo: Yo (soy) Jehová; y me aparecí a Abraham, a Isaac y a Jacob como Dios Todopoderoso, y (por) mi nombre Jehová nunca me di a conocer a ellos. Y también establecí mi pacto con ellos, para darles la tierra de Canaán, la tierra de sus viajes, (en) la cual viajaron. Y también he oído el gemido de los hijos de Israel, a quienes los egipcios tienen esclavizados; y me he acordado de mi pacto” (The Interlinear Hebrew/Greek English Old Testament, t. 1, p. 153; ver Éxo. 6:1-5). En este diálogo con Moisés, es relevante un amplio despliegue bíblico del nombre desconocido de Dios: “Yahvéh [es] el nombre propio del Dios de Israel. [...] Muchos eruditos recientes explican que [Yahvéh] es [...] (el que da vida, el dador de vida) [...] (el dador de la existencia, el creador) [...] (el que lleva a cabo, [...] el ejecutor de sus promesas) [...] (el que es [...] el absoluto e inmutable) [...] (el existente, que vive para siempre, como autoconsistente e inmutable,) [...] (el que siempre se manifiesta como el Dios de la redención) [...] lo será, [...] (se aprobará a sí mismo [dará evidencia de ser, afirmará su ser])” (F. Brown, The New Brown-Driver-Briggs Hebrew and English Lexicon, pp. 217, 218).
Yahvéh es “el nombre del Dios que se le reveló a Moisés en Horeb, y se explica [como] [...] Yo seré quien seré [...] Aquel que será [...] Yo soy el que soy, es decir, no es asunto tuyo [...] Yo soy (este es mi nombre), dado que soy [...] Soy el que soy, el que es esencialmente innominable, inexplicable” (F. Brown, The New Brown-Driver-Briggs Hebrew and English Lexicon, pp. 217, 218).
“Jesús le dijo: Yo soy” (Juan 4:26); [...] “Pero él les dijo: Yo soy; no teman” (6:20); [...] “Porque si no creen que yo soy, en sus pecados mo27 Material auxiliar para el maestro // Lección 2 rirán” (8:24); [...] “Entonces Jesús les dijo: [...] conocerán que yo soy”; (8:28); [...] “Jesús les dijo: De veras les digo: Antes que Abraham fuese, yo soy” (vers. 58); [...] “Desde ahora se los digo antes que suceda [...] yo soy” (13:19); [...] “Jesús les dijo: Yo soy” (18:5) [...] “Respondió Jesús: Les he dicho que yo soy; entonces si me buscan a mí, dejen que estos se vayan; para que se cumpliese aquello que había dicho” (vers. 8, 9) (The Interlinear Hebrew-Greek-English Bible, t. 4, pp. 258-307).
El pacto que Dios deseaba para Israel era que supieran que el amor divino no tenía un motivo encubierto, y todo lo que Dios buscaba de su pueblo era una respuesta de amor auténtico; una respuesta que, de hecho, se manifestaría por sus obras.
El Nuevo Pacto
“En Jeremías 31:31 al 34 encontramos la promesa bíblica más profunda y emocionante del Nuevo Pacto. [...]
“Pocos comprenden que el Nuevo Testamento recibió su nombre de este pasaje en particular. Dado que la palabra latina para pacto es testamento, Orígenes, el famoso padre de la iglesia (c. 185-254 d.C.) denominó Nuevo Testamento a los 27 libros de la Biblia” (G. F. Hasel y M. G. Hasel, The Promise: God’s Everlasting Covenant, pp. 21, 22).
APLICACIÓN A LA VIDA
Para reflexionar: Antes de la Segunda Guerra Mundial, una mujer viajaba por Georgia de camino a Moscú. Se encontró con una anciana que vivía en una cabaña. Cuando la anciana se enteró de que la viajera se dirigía a Moscú, le preguntó: “¿Podría usted entregarle una caja de caramelos caseros a mi hijo?” El hijo era José Stalin. Para el resto del mundo era el dictador de Rusia, pero a su madre no le importaba lo que los demás pensaran de él.